No es que fuera un día malo, más bien fue el día para ir con Jenna a su trabajo. Pasear los perros de los ricos de NY. Salimos temprano con Matanza en la mochila. Llovía sin molestar, pero sin ser terrible. La verdad es que pasear por Tribeca y ver pisos increibles por dentro y por fuera, como si fuera lo más normal de mundo. La verdad es que para nada me considero un turista, más bien un "pasaba por aquí". Pasear perros es muy divertido si solo lo haces una vez. Hacerlo todos los días como Jenna puede ser muy cansino. Estás todo el día rondando la ciudad llueva o nieve. Sacando los perros mañana y tarde para que se lo pasen bien, hagan su cositas y para casita. O imagináis esas casas que salen en las revistas con obras de arte en el salón y estanterías ordenadas según el color del lomo de los libros. Pues yo estaba allí sentado.
EN CONEY ISLAND PODRÉ SOBREVIVIR
Mi primera idea era ir a Rockaway Beach, pero en medio camino me fui a Coney Island. Llegar allí fue toda una ruta en bici desde Brooklyn. Pasaba de un barrio lleno de negros a uno de Judios ortodoxos a uno de rusos. Era como pasar de una dimensión a otra. Con sus tiendas y sus costumbres. Ir en bici tiene esas cosas, te sales del circuito habitual del turista ¿Comprar en una panadería judia en Flatbush Avenue? Eso no sale en la guia.
Coney Island sería el equivalente a la Barceloneta, pero más grande y más solitaria en otoño. Las famosas salas de fiesta Rusas estaban cerradas. El parque de atracciones cerrado. Solo pescadores en el muelle y algunos paseantes. Eric me recomendó comerme un hot-dog, aunque sea veggie. Y así lo hice. Los urbanistas de NY hace 300 años pensaron que las comunidades iban a adoptar la cultura predominante (inglesa), pero se equivocaron de lleno. Imaginaos un supermercado con todo en ruso, o mejor, ¿un Subway con los anuncios del menu en ruso? A uno después de comprar en una tienda le dije spasiba y me pregunto si era ruso. No, de Sevilla gracias.
EN CONEY ISLAND PODRÉ SOBREVIVIR
Mi primera idea era ir a Rockaway Beach, pero en medio camino me fui a Coney Island. Llegar allí fue toda una ruta en bici desde Brooklyn. Pasaba de un barrio lleno de negros a uno de Judios ortodoxos a uno de rusos. Era como pasar de una dimensión a otra. Con sus tiendas y sus costumbres. Ir en bici tiene esas cosas, te sales del circuito habitual del turista ¿Comprar en una panadería judia en Flatbush Avenue? Eso no sale en la guia.
Coney Island sería el equivalente a la Barceloneta, pero más grande y más solitaria en otoño. Las famosas salas de fiesta Rusas estaban cerradas. El parque de atracciones cerrado. Solo pescadores en el muelle y algunos paseantes. Eric me recomendó comerme un hot-dog, aunque sea veggie. Y así lo hice. Los urbanistas de NY hace 300 años pensaron que las comunidades iban a adoptar la cultura predominante (inglesa), pero se equivocaron de lleno. Imaginaos un supermercado con todo en ruso, o mejor, ¿un Subway con los anuncios del menu en ruso? A uno después de comprar en una tienda le dije spasiba y me pregunto si era ruso. No, de Sevilla gracias.
Matanza paseando por Wall Street
BLACK MOUNTAIN. Posiblemente la mejor banda del mundo (o casi)
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