A los chicos de Aardman les propusieron un intercambio comercial en los que unos ponían su producto y los los otros lo utizaban y hacían que luciera. Ni 3D ni historias raras. Solo un ¡cámara y acción!
Que sirva de ejemplo de que la creatividad cada vez es más fácil de desarrollar con las ciencias modernas. La materia prima, en estos casos, nos siguen saliendo de las tripas.