Antiguamente tener dos videos en casa era todo un lujo. El arte de la copia analógica de todo lo que llegaba en nuestras manos era una parte de la cadena. Los videos de patin por aquel entonces eran como las fotocopias. En cada generación se perdía algo de calidad, incluso se podía ver peor. Nada nos asustaba entonces, nada nos asusta ahora. Verlos una y otra y otra y otra vez no era suficiente. Es curioso pensar en como llegaban y el camino que seguían estos videos desde vete-a-saber donde hasta nuestras manos. En la peor época del patín moderno jamás conocida (1993), solo un par de amigos nos hicieron de puente entre lo que pasaba en la California y nuestras calles. Yo al irme de vacaciones, aparte de llevarme un libro o una libreta, siempre procuraba llevarme un video de patín. Nunca sabías quien podía tener un video en casa.
1 comentario:
Viva!
Keep on rolling!
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